En uno de los jardines del Hospital Nacional de Clínicas, el decano de la Facultad de Ciencias Médicas, Dr. Rogelio Pizzi y el rector de la Universidad Nacional de Córdoba, Dr. Hugo Juri presidieron el cierre del año académico con un mensaje atravesado por las complejas circunstancias vividas este año a causa de la pandemia global del coronavirus.
Las autoridades remarcaron el esfuerzo puesto por toda la comunidad de la facultad en un año complejo, a causa de la pandemia. No sólo en seguir enseñando y aprendiendo, sino también en el rol que les tocó a los hospitales universitarios y a los equipos de salud en esta crisis sanitaria.
Sólo unas pocas autoridades se hicieron presente en el acto. Además, de Juri y Pizzi, estuvieron los directores de los Hospitales Universitarios, Alberto Pons (Clínicas) y Atilio Rosato (Maternidad), y de las Escuelas de la FCM. El resto de la comunidad pudo ver en la transmisión en vivo a través de las redes sociales de la Facultad.
En ese marco, se proyectó, a manera de estreno, el documental «La pandemia en los hospitales universitarios», un emotivo homenaje y reconocimiento al trabajo de los profesionales y personal hospitalario durante esta pandemia.
El video constituye un legado para que las próximas generaciones de estudiantes conozcan, a través del testimonio de sus protagonistas, cómo hubo que reconvertirse rápidamente ante la irrupción de la Covid-19 en los hospitales universitarios: el Hospital Nacional de Clínicas y el Hospital Universitario de Maternidad y Neonatología. Los recursos, la organización, la educación, los miedos, los sacrificios, la muerte, la entrega y también la esperanza.
Además, se dejó inaugurado el «Jardín de la Memoria», un espacio emblemático del Hospital Nacional de Clínicas, lugar elegido para el reconocimiento, reflexión y conmemoración de todos aquellos profesionales de la salud que dieron sus vidas en su lucha contra la pandemia. Hombres y mujeres valientes, que no dudaron en acompañar a sus pacientes poniendo en riesgo su propia vida. De hecho, al final de la ceremonia, hubo una mención explícita a quienes perdieron la vida en esta crisis sanitaria sin precedentes.
En ese sentido, rodeados de rosas blancas, de aromáticas, bajo la sombra de los viejos jacarandás, el Jardín de la Memoria fue diseñado como un espacio de introspección y recogimiento, donde la comunidad de la salud pueda honrar a quienes han partido. Al final, Juri y Pizzi descubrieron la placa conmemorativa del Jardín de la Memoria.
“Estoy agradecido y emocionado y, al mismo tiempo, cobijado en este hospital que tanto quiero. Debo admitir que como médico me encontré aquí con el desafío más importante de mi vida profesional y, luego, como decano de Ciencias Médicas, en la vivencia del rol destacado que nos otorgó el Gobierno provincial al integrar el COE”, señaló Pizzi.
En otro pasaje de su intervención, el titular de Ciencias Médicas dijo: “Este año el virus nos puso ante una incertidumbre inédita que diluyó toda certeza. Esto nos obligó a estudiar, reforzar conocimientos y trabajar contrarreloj a fin de pensar soluciones ya probadas para problemas nuevos. Así surgió volver a tratar con plasma de recuperados a los enfermos de Covid, en el que el Instituto de Virología fue fundamental para realizar dicha investigación. En cuanto a la Facultad de Ciencias Médicas, 2020 demandó un esfuerzo adicional: dar clases a distancia, extremar nuestra creatividad a fin de ser prácticos y concisos en la comunicación de conocimientos. Y debimos aprender a evaluar en la distancia para que los estudiantes avancen en su carreras. Todo esto no hubiera sido posible sin el esfuerzo, el trabajo y el compromiso de docentes, directores de escuelas, equipos de gestión y no docentes”.
Pizzi también expresó su agradecimiento y admiración para los equipos de salud de los hospitales universitarios y a la tarea de los 5.000 voluntarios, estudiantes de la facultad en tareas de campo, contención e información en la pandemia.
Por su parte, Juri reflexionó sobre el papel de las instituciones públicas y, particularmente, sobre las universidades estatales. “Si no hubiéramos estado preparados las universidades y los hospitales universitarios nos hubiera pasado lo que pasó en otros lugares y eso quedó demostrado”.
El titular de la Casa de Trejo señaló que el siglo 21 tendrá muchos “cisnes negros”, muchos eventos inesperados. “La UNC tuvo que pasar a la virtualidad en muy poco tiempo. Atender la demanda de 130 mil alumnos, y en el caso del personal de la salud, además, se tuvo que preparar para responder a la pandemia. El mundo ha hecho una demostración de la potencia que tiene el conocimiento cuando se junta, por ejemplo, para obtener las vacunas”.
Juri también le dedicó un párrafo de su disertación a las desigualdades que mostró la pandemia, tanto en la educación como en la salud. Insistió en que la conectividad debe ser un derecho equivalente al derecho a la salud y a la educación. “Esta crisis deja cambios que no van a volver atrás. Este embrión de telemedicina va a tener un avance extraordinario que va a permitir democratizar la salud. Lo mismo con la educación. Para eso estamos las instituciones públicas, para tener las antenas puestas y acompañar a la sociedad en estos tiempos de incertidumbre. Quiero agradecer como rector a todos los universitarios. Al esfuerzo del personal de salud, trabajando a destajo, poniendo el pecho y su salud. Se está acabando el año y tenemos que estar satisfechos por haber respondido a nuestra sociedad, a los que más nos necesitan”, concluyó.
La ceremonia completa se puede ver aquí: