Del 16 al 22 de mayo tendrá lugar la Semana Mundial del Parto Respetado. El lema elegido para este año es “Salud es parir libres de violencias”, que busca hacer hincapié en una atención prenatal adecuada, el acceso a servicios especializados, donde los nacimientos se realicen en instituciones que cumplan con las condiciones obstétricas y neonatales esenciales, promoviendo un trato respetuoso hacia embarazadas, durante el embarazo, parto, nacimiento y puerperio.

El parto respetado es una modalidad de atención caracterizada por el respeto a los derechos de las embarazadas y sus hijos e hijas en el momento del nacimiento y en donde la mamá, su bebé y sus vínculos afectivos son los verdaderos protagonistas.

En realidad, cualquier parto, sea natural o por cesárea, en casa o en una clínica, debería ser un parto respetado. Tener o no un parto respetado no es algo que se elige, sino un derecho que en Argentina está contemplado desde el 17 de septiembre de 2004, día en que se promulgó la Ley Nacional 25.929. Esta ley garantiza los derechos de las personas gestantes, de sus bebés y familiares antes, durante y después del parto. De lo que se trata es que el parto sea humanizado.